Descubriendo....
Hoy, sólo recuerda cómo le irritó que aquella noche la luna brillase en el horizonte con tanta belleza, proyectando luminosos rayos sobre sus brazos desnudos, mientras caminaba descalzo sobre la arena fría, con la mirada perdida, sin rumbo.
No había nadie más en la playa y eso lo reconfortó. No quería que nadie, salvo esa luna descarada, pudiera ser testigo de su desesperación. Al llegar al espigón sorteando las piedras por la parte izquierda, una bocanada de aire le devolvió la conciencia de sí mismo.
La impotencia de no poder hacer nada para remediarlo palpitaba en su cabeza sin tregua. Quizás, si hubiera sido una persona conformista, hubiera podido asumirlo con más facilidad; pero él no era así, era rebelde, inquieto, curioso, un luchador nato. Contuvo la respiración unos segundos y siguió caminando, algo le decía que frente al rompeolas encontraría la respuesta.
Unos instantes después, allí estaba, viendo cómo el mar se deshacía contra las rocas - que parecían espejos bajo el reflejo de la luna - al son de un ruido desgarrador que casi imitaba los gritos que él mismo estaba conteniendo. Cerró los ojos, aspiró aire y se concentró en el vaivén de las olas; esas olas que llegaban ignorantes, inocentes, inmaculadas a la costa y, sin previo aviso, terminaban destrozadas sin remedio, esas olas que sin rendirse, volvían rítmicamente una y otra vez.
Fue en ese preciso momento, con los ojos aún cerrados, cuando lo entendió todo. Nada estaba perdido si no dejaba escapar la esperanza de volver a intentarlo una vez más. Y fue entonces, cuando descubrió que iba a ser feliz.
6 comentarios
najwa -
Besos :)
Afrodita -
Besotes
tengo frío -
No sabes cómo quisiera ser como el chico del texto...
Echo de menos mi otro yo; con él no sufría tanto.
nuria -
lacrizti -
De cualquier forma, en ocasiones, resulta muy duro encontrar ese rayito de luz.
ELRAYAn -